La crisis económica que ha derivado de la pandemia de Covid-19 es muy diferente a todo lo que habíamos visto hasta ahora, porque ha resultado totalmente imprevisible y debido a la incertidumbre sobre la evolución de la enfermedad tampoco se pueden hacer demasiadas previsones sobre la recuperación. La situación ha llegado hasta tal punto que incluso el Banco de España está hablando ya de perdonar las deudas a los autónomos. De hecho, cada vez son más las voces que se alzan para pedir una mayor laxitud con el cobro de deudas a los profesionales. No se trata de que dejen de pagar sin más, sino de ayudar a aquellos que debido a la crisis lo están pasando especialmente mal. No en vano la rentabilidad ha descendido un 60% de media en los negocios y la morosidad comienza a convertirse en un problema serie en ciertos sectores como el de la hostelería y el turismo.
Y la situación podría agravarse más en los próximos meses. La solicitud de concursos de acreedores ha crecido un 80% en comparación con las cifras de 2019, y a partir del 31 de diciembre de 2020 de nuevo se reactiva la potestad de los acreedores de ser ellos los que insten el concurso para intentar cobrar lo que se les debe.
Muchos autónomos se están viendo en serios apuros para pagar a sus proveedores y , lo que es todavía peor, para cumplir sus obligaciones con Hacienda y con la Seguridad Social. Con el agravante de que, si no pagan a tiempo, la deuda sigue creciendo y creciendo debido a la aplicación de los intereses de demora.
De hecho, cada vez son más las voces que se alzan para pedir una mayor laxitud con el cobro de deudas a los profesionales. No se trata de que dejen de pagar sin más, sino de ayudar a aquellos que debido a la crisis lo están pasando especialmente mal. No en vano la rentabilidad ha descendido un 60% de media en los negocios y la morosidad comienza a convertirse en un problema serie en ciertos sectores como el de la hostelería y el turismo.
Y la situación podría agravarse más en los próximos meses. La solicitud de concursos de acreedores ha crecido un 80% en comparación con las cifras de 2019, y a partir del 31 de diciembre de 2020 de nuevo se reactiva la potestad de los acreedores de ser ellos los que insten el concurso para intentar cobrar lo que se les debe.
Muchos autónomos se están viendo en serios apuros para pagar a sus proveedores y , lo que es todavía peor, para cumplir sus obligaciones con Hacienda y con la Seguridad Social. Con el agravante de que, si no pagan a tiempo, la deuda sigue creciendo y creciendo debido a la aplicación de los intereses de demora.
Y los que no debemos nada porque nos hemos gastado los ahorros?